List Reyes, M. and A. Teutle López, Eds. (2010). Florilegio de deseos. Nuevos enfoques, estudios y escenarios de la disidencia sexual y genérica. México, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, Eón.
En 1991 Teresa de Lauretis decía que la conferencia que organizó un año antes en la Universidad de California, en Santa Cruz pretendía “replantear o reinventar los términos de nuestras sexualidades, para construir otro horizonte discursivo, otra forma de pensar lo sexual”. El planteamiento lo hacia considerando el desarrollo que en Estados Unidos había tenido la labor académica en los llamados Lesbian and Gay Studies.
En México y América Latina, a partir de los años 90, de alguna manera pretendíamos explorar un campo que nos resultaba nuevo, pues hasta ese momento era prácticamente inexistente la producción de trabajos que exploraran en términos teóricos y socioculturales las orientaciones y las prácticas sexuales. De hecho, podemos afirmar que fue hasta la siguiente década que se dio un avance en la discusión, que abrevó de los desarrollos teóricos que se dieron en E.U. y en Europa, a los que acudimos para acercarnos a la comprensión de realidades distintas, pero que tenían en común presentarse como formas de resistencia, que reclamaban una existencia propia, en contextos en los que hasta ese momento les había sido negada.
En el caso mexicano, dicho desarrollo ha enfrentado sus propios desafíos, por la aún incipiente incursión de los académicos en un campo que no logra un reconocimiento institucional, y por tanto, en el que las contribuciones que se han hecho siguen siendo producto de esfuerzos individuales[1].
No hay duda de que la complejidad que planteó en su momento Teresa de Lauretis, en relación con la manera en que se construyeron los discursos en torno a estas sexualidades, se ha presentado de manera un tanto diferente para el caso mexicano y latinoamericano, pero en el que podemos encontrar coincidencias que nos permiten recuperar el aparato teórico producido hasta el momento para incursionar en el estudio de nuestras realidades.
Tenemos la fortuna de abrir este volumen con un texto de Teresa de Lauretis que es importante en dos sentidos: por un lado en términos históricos, nos remite a un momento fundacional, cuando se planteó por primera vez la propuesta de desarrollar algo que en ese momento se le denominó Teoria Queer. Por otro lado, este texto es importante para mostrar cuáles fueron las motivaciones teóricas que en su momento impulsaron el desarrollo de una conferencia en la que se discutirían las formas en que las diversas expresiones de la sexualidad podían ser comprendidas en el marco de las investigaciones socioculturales.
No hay duda de que es a principios de los noventa cuando se genera toda una nueva corriente de pensamiento que discute el tema de la sexualidad desde una perspectiva que permite comprender de una manera más amplia este complejo tema.
No es gratuito entonces que varios trabajos que se presentan en este volumen tomen como referente esta discusión. Así, el texto de Gloria Careaga centra su discusión en las identidades sexuales dentro del campo de las luchas políticas de la identidad lo que le permite escudriñar la relación que existe entre dos campos aparentemente distantes pero que en la práctica están altamente relacionados: el académico y el de la lucha política. Así, va analizando la importancia que cobran las categorías de la identidad dentro de los movimientos por el reconocimiento de la disidencia sexual.
Con ello, Careaga reflexiona acerca del papel que lo queer adquiere dentro de esa lucha política. Por su parte, Mauricio List explora en su texto los aportes teóricos que desde el feminismo, los estudios de género y de la sexualidad llevaron al planteamiento de la teoría queer. Siguiendo las discusiones planteadas desde Foucault va rastreando los diversos elementos que fueron dando sentido a los estudios sobre la identidad para finalmente señalar algunas posibilidades que abre este planteamiento teórico para el estudio de la sexualidad.
Es importante, en este contexto, el planteamiento que propone Elsa Muñiz, un asunto que ha venido discutiendo recientemente en relación con la posibilidad de una sociedad sin género a partir de la presencia del andrógino, discusión que viene a contrastar con el trabajo de Silvia Susana Jiménez quien desea explicar su propio papel como transexual en una sociedad marcada por el género. Estos textos que entran en diálogo permiten pensar a la luz de las discusiones previamente formuladas, el sentido que adquieren formas disidentes del género que de una y de otra manera, conllevan un cuestionamiento a las formas normativas que adquiere en los contextos contemporáneos.
Por su parte María Elvira Díaz presenta un panorama de la industria pornográfica en Brasil en la actualidad. En dicho texto muestra la manera diferenciada en que funciona la producción de filmes heterosexuales, gay y travestis tanto para el consumo nacional como para su exportación. Ahí se hace evidente en papel de cuerpo y sexualidad en una actividad que vuelve descartables a los sujetos en función de su exposición frente a las cámaras.
El texto de Mauricio List, Miguel Ángel Enríquez y Alberto Teutle, hace una exploración etnográfica acerca de la actividad gay en el centro de la ciudad de Puebla, considerando la apropiación de los espacios urbanos y las formas de socialidad que ahí se presentan. En este sentido, permite observar la dinámica que existe en una ciudad del interior del país en el que conviven sujetos de distintos orígenes de clase y prácticas sociales en la interacción con otros sujetos gay.
El texto de Elena Madrigal como bien lo dice su titulo presenta un panorama y una aproximación crítica a la poesía lésbica mexicana de las dos últimas décadas. En su texto hace una amplia revisión de aportaciones de calidad desigual pero de semejante honestidad para hacer visible y audible el deseo homoerótico femenino.
Los textos de Adriana Fuentes y Héctor Salinas aluden a expresiones de la homofobia en el contexto contemporáneo. Mientras Fuentes señala el papel de la violencia en la expresión de la homofobia como un aspecto general de la intolerancia, el texto de Salinas hace referencia a un fenómeno reciente denominado como bullying y que expresa una nueva manera de agredir, en este caso dentro del contexto universitario. En ambos casos se hace evidente la importancia de reconocer formas de intolerancia hacia las expresiones disidentes de la sexualidad que evidentemente están rompiendo con la norma heterosexual.
[1] A diferencia de otros países, en México no existe un programa de docencia y/o investigación en el cual se desarrollen líneas en el área de estudio de las sexualidades no hegemónicas. El único que en su momento planteó de manera sistemática la docencia, investigación y divulgación en este campo ha sido el Programa Universitario de Estudios de Género de la UNAM en la gestión de la Dra. Graciela Hierro.